Violencia Vicaria: La faceta más atroz de la Violencia de Género

La violencia vicaria se perfila como una de las manifestaciones más extremas y despiadadas de la violencia de género.

Esta forma de violencia, que busca dañar profundamente a la mujer a través del sufrimiento de sus hijos e hijas, no solo revela la crueldad de los agresores sino también expone las carencias de un sistema que aún lucha por entender y mitigar sus efectos devastadores.

Índice
  1. Definición y Alcance de la Violencia Vicaria
  2. Características distintivas de la Violencia Vicaria
  3. Contexto Social y Complicidad
  4. Violencia Vicaria en el Marco Legal
  5. Desafíos y soluciones propuestas

Definición y Alcance de la Violencia Vicaria

¿Qué es la Violencia Vicaria?

La violencia vicaria ocurre cuando el agresor inflige daño a los hijos como medio para torturar psicológicamente a la madre.

Esta táctica extrema busca el control absoluto y la subyugación emocional de la mujer, llegando, en los casos más extremos, al asesinato de los hijos para infligir el máximo dolor posible.

Esta modalidad de violencia se caracteriza por utilizar a los menores como herramientas para alcanzar el objetivo de controlar, castigar o destruir emocional y psicológicamente a la mujer.

Desde 2013, cuando se comenzó a registrar este tipo de crímenes, más de 40 niños han sido asesinados por sus padres biológicos o las parejas/exparejas de sus madres en España.

Estos actos no solo buscan terminar con la vida de los menores, sino destruir irremediablemente el espíritu y la vida emocional de la madre.

Características distintivas de la Violencia Vicaria

  • Objetivo: El principal objetivo es causar un daño emocional irreparable a la mujer.
  • Métodos: Los métodos empleados incluyen desde el asesinato hasta la manipulación de los hijos para que rechacen o incluso agredan a sus madres.
  • Consecuencias para los hijos: Los hijos no solo son víctimas de violencia física, sino también de manipulación emocional, lo que puede tener efectos psicológicos a largo plazo.

Manifestaciones de la Violencia Vicaria

Los métodos empleados en la violencia vicaria pueden variar, pero comúnmente incluyen:

  • Amenazas directas contra la vida o bienestar de los hijos.
  • Manipulación psicológica de los niños para que rechacen o teman a su madre.
  • Interferencias en tratamientos médicos necesarios para los hijos, como una forma de ejercer presión y angustia en la madre.
  • Abuso físico o incluso asesinato de los hijos como la expresión más extrema de esta violencia.

Contexto Social y Complicidad

A pesar de su severidad, la violencia vicaria a menudo es invisibilizada o minimizada por preconcepciones sociales que favorecen la imagen del "buen padre" y desacreditan a las madres, especialmente en contextos judiciales y sociales.

El caso de Ángela González Carreño es emblemático: después de presentar más de 30 denuncias por temor a la seguridad de su hija, su ex pareja acabó asesinando a la niña.

Detectives Privados: Investigación y Sospechosos habitualesDetectives Privados: Investigación y Sospechosos habituales

La respuesta del estado, condenado por negligencia, muestra la necesidad de una mayor protección y reconocimiento de esta forma de violencia.

Violencia Vicaria en el Marco Legal

A nivel legal, la violencia vicaria es reconocida dentro del marco de la violencia de género, implicando que no solo las mujeres son víctimas directas de violencia, sino que también lo son sus hijos, utilizados como medios para infligir daño adicional.

La Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en España, por ejemplo, contempla estas situaciones, aunque el desafío sigue siendo la implementación efectiva de estas leyes para proteger tanto a las mujeres como a sus hijos.

A pesar de las leyes existentes, como la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia, las medidas de protección efectiva son a menudo insuficientes.

Los tribunales, por ejemplo, no siempre suspenden los derechos de visita de los padres violentos, lo que puede poner en riesgo la vida de los menores.

Además, el tratamiento judicial de estos casos a menudo no refleja la gravedad de los actos, tendiendo a favorecer al agresor en detrimento de la protección de la víctima.

Diferencias con el Parricidio

Es fundamental diferenciar la violencia vicaria del parricidio. Mientras el parricidio implica el asesinato de un ascendiente o descendiente sin la intención de dañar a un tercero, la violencia vicaria siempre busca dañar a la mujer indirectamente a través del sufrimiento o la pérdida de sus hijos.

La violencia vicaria no solo busca herir físicamente a los hijos e hijas como un fin en sí mismo, sino que tiene el propósito específico de devastar emocionalmente a la madre.

A menudo, los actos pueden incluir desde amenazas hasta el asesinato de los menores, utilizados por el perpetrador para maximizar el dolor de la madre, sabiendo que no hay mayor sufrimiento para un padre o madre que el causado por el daño a sus hijos.

Inclusión en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género

El término "violencia vicaria" fue incorporado en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en España, reconociendo su especificidad y necesidad de tratamiento diferenciado dentro de las políticas de protección a las mujeres.

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Desafíos y soluciones propuestas

Educación y Sensibilización

La clave para combatir la violencia vicaria reside en la educación y la sensibilización.

Es crucial que tanto el sistema educativo como los medios de comunicación aborden abiertamente esta problemática, educando a las futuras generaciones sobre el respeto y la igualdad.

Protección Legal y Apoyo Institucional

Se requiere un marco legal más robusto que asegure protección efectiva para las víctimas y sanciones adecuadas para los perpetradores.

Esto incluye la consideración de la violencia vicaria como una señal de alerta máxima en los procesos de custodia y visitación.

El Ministerio de Igualdad en España ha implementado una serie de recursos cruciales para ofrecer apoyo a las mujeres que enfrentan cualquier forma de violencia de género.

Estos servicios son accesibles a través de diversas plataformas para asegurar una asistencia amplia y efectiva.

Aquí detallamos las opciones disponibles:

1. Servicio Telefónico 016

Este es un servicio telefónico de marcación abreviada que ofrece información, asesoramiento jurídico y atención psicosocial por personal especializado en todas las formas de violencia contra las mujeres.

Está disponible las 24 horas del día, todos los días del año, y es gratuito y confidencial.

No deja rastro en la factura telefónica, aunque es importante borrarlo del registro de llamadas del teléfono móvil.

2. WhatsApp

Para aquellas que prefieren una comunicación más discreta o no pueden hablar en voz alta, el servicio a través de WhatsApp en el número 600 000 016 ofrece una alternativa segura y privada.

Al igual que la llamada telefónica, está disponible 24/7 y es operado por personal cualificado.

3. Chat Online

La página web de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género incluye un chat online, proporcionando otra vía de comunicación inmediata con expertos. Este método es útil para personas que buscan asistencia en tiempo real a través de internet.

4. Correo Electrónico

Las mujeres también pueden buscar ayuda y consejo enviando un correo electrónico a 016-online@igualdad.gob.es.

Este servicio es adecuado para quienes no requieren una respuesta inmediata, pero desean obtener información detallada o asesoramiento sobre su situación.

Estos servicios son parte de un esfuerzo integral del gobierno español para combatir la violencia de género y ofrecer recursos efectivos para las víctimas.

Proporcionan medios accesibles y confidenciales para obtener ayuda y están diseñados para asegurar que las mujeres puedan encontrar apoyo en momentos de necesidad.

En definitiva, la violencia vicaria es una de las expresiones más brutales de la violencia de género, una que no solo busca herir físicamente sino destruir psicológicamente a las mujeres a través de lo que más aman: sus hijos.

Reconocer, entender y actuar contra esta forma de violencia es un imperativo no solo legal, sino moral, para asegurar que las mujeres y sus hijos puedan vivir vidas libres de miedo y daño.

Esperanza Sánchez Solís

Esperanza Sánchez Solís

Abogada colegiada del Ilustre Colegio de Sevilla núm. 7773. Máster en Derecho por la Universidad de Sevilla. Letrada con más de 25 años de experiencia.

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